Desde que en el mes de marzo se hizo la oscuridad más absoluta, y con ella llegó primero el problema sanitario y luego sus consecuencias económicas, desde OHR no hemos dejado de informarle y, sobre todo, de ayudarle como cliente en lo que ha requerido de nuestros servicios.
Si bien desde lo público se han venido aprobando una serie de acciones para intentar paliar las consecuencias de esta pandemia, lo que desde el mundo de la empresa tenemos claro es que al final (y como siempre) la verdadera solución a los problemas debe surgir desde la iniciativa particular de cada uno/a de nosotros/as.
Aunque se identifiquen los sectores de actividad y las zonas geográficas más afectadas, o se generalice la utilización del teletrabajo y demás, nadie conoce mejor que uno mismo cómo le afecta todo lo que ha llegado de manera tan brutal como inesperada, así como las medidas que debe adoptar para adaptarse a esta nueva situación, la cual lejos de ser un accidente temporal, va a suponer un radical cambio del sistema que veníamos empleando en nuestra esfera profesional (personal también, pero este es un foro empresarial).
Posiblemente no hayamos podido llegar a todo, en plazo y en soluciones, a lo que hubieran podido esperar nuestros clientes de OHR, pero les podemos asegurar que no hemos regateado un gramo de esfuerzo y que hemos puesto a su alcance todos los medios que nuestra modesta organización ha tenido disponibles.
Especialmente dolorosa la situación vivida en negocios que se han visto obligados a cesar en su actividad, a cuyos titulares les animamos a seguir luchando y dando forma a su nuevo proyecto profesional, bien sea por cuenta propia, o ajena.
Pero como el futuro no se construye revisando lo que ya hemos recorrido, sino planificando lo que resta por andar, en OHR seguimos a su disposición, con ansias renovadas y con más fuerzas e ilusión (si cabe) para continuar acompañándoles en el devenir de su actividad empresarial, con la intención de compartir un prometedor futuro
Cierto es que nos enfrentamos a un verano raro, a un otoño que genera más dudas que certezas, e incluso a unos años venideros en los que habrá que restañar las heridas generadas en 2020 en nuestros negocios, pero ello lejos de ser una remora a la hora de continuar trabajando, debiera ser un acicate para seguir haciendo lo que realmente nos gusta, que no es otra cosa que nuestro desarrollo personal y profesional, por medio de nuestra actividad empresarial.
Un fuerte abrazo y feliz verano.
Óscar Hortigüela
Socio Director de OHR Consultoría
