EL REGRESO, CON ILUSIÓN Y REALISMO (R.I.R.)

EL REGRESO, CON ILUSIÓN Y REALISMO (R.I.R.)

Era finales de junio cuando llegamos exhaustos/as, al límite de nuestras fuerzas, agotados/as por la intensidad laboral y las obligaciones familiares y particulares.

Veíamos cercanas las vacaciones y la época estival en la que el ritmo se desacelera un poco y permite un cierto desahogo.

Pero como todo en esta vida, para cuando nos queremos dar cuenta todo lo bueno toca a su fin. De nuevo los horarios laborales interminables, las obligaciones familiares continuadas y, en definitiva, la vuelta a una normalidad que tiene su mayor exponente en que cada mañana está un poco más oscuro y cada tarde la luz fenece antes.

Considero que uno de los mayores errores de nuestro sistema educativo y formativo, es inculcarnos que siempre necesitamos a quien nos ayude a superar los trances, cuando lo adecuado (y únicamente válido) es que aprendamos a gestionar por nosotros/as mismos/as nuestras necesidades tendentes a nuestro propio equilibrio (sin que ello signifique que debamos adoptar una actitud autárquica, o antisocial).

Cuando esperamos que siempre sea alguien de fuera quien nos ayude a tomar decisiones, o a superar dificultades que forman parte intrínseca de nuestra propia esencia, lo que realmente estamos haciendo es echar balones fuera y no enfrentarnos a nuestro propio yo y a las obligaciones inherentes a nuestra razón de ser. El síntoma más evidente de todo ello toma forma en la procrastinación que, de manera colectiva, cada día es más patente a todos los niveles (políticos, sociales, etc.).

Pero no, amigo/a lector/a, no te has equivocado de blog. No has entrado en un sitio web de ayuda personal, ni nada parecido. Estás en OHR, firma consultora de estrategia y de asesoramiento empresarial. Lugar donde atendemos de manera continuada las necesidades que nos plantean nuestros clientes, con quienes con el paso del tiempo desarrollamos una complicidad que nos permite emplear la empatía, sin olvidar la asertividad cuando hay que transmitir conceptos y, sobre todo, aplicar soluciones que no siempre quiere escuchar la otra parte.

Si ya resulta complejo a todo colectivo social sobrellevar el día a día, en el caso de los/as emprendedores/as ello se agudiza con la total responsabilidad que nos supone la elección que hicimos en su momento, recayendo directamente en nosotros/as todos los aspectos que conlleva un negocio: comercial, financiero, organizativo, administrativo, de recursos humanos, etc.

Si a ello le sumamos las noticias del entorno, en el cual parece que se ha instalado una pandemia de noticias sociales y geopolíticas que inducen a pensar que todo se haya vuelto un estrambote; lo cierto es que no es sencillo mantener la calma y, sobre todo, dificulta poder alimentar a diario la caldera de la necesaria ilusión para seguir adelante.

En definitiva, septiembre ha llegado, el sol cada vez calienta con menos fuerza, las obligaciones rutinarias han llegado para quedarse, nuestro espíritu aventurero y la visión hippie de la vida (alimentada por el sol y la brisa de la playa y la montaña) se va doblegando y, ante esta dura realidad, solo nos queda recuperar y mantener la ilusión por lo que hacemos, aplicar realismo a todo lo que nos rodea y, sobre todo, no olvidar en ningún momento que pertenecemos a esa minúscula porción del mundo en la cual, quienes hemos tenido la fortuna de nacer y vivir en ella, somos unos grandes afortunados en relación al resto.

Bienvenido/a al fin del verano y mucho ánimo para normalizar nuestro devenir diario.

Óscar Hortigüela

Socio Director OHR