Es un hecho por todo el mundo conocido, que en un país como el nuestro el papel de las pymes en la economía y el empleo es fundamental, a la vista de los números: más de un 90 % de las empresas existentes son pymes, mientras que el dato de empleo, así como de la calidad del mismo, es también relevante en este tipo de empresas.
Lo que quizás no es tan conocido, es que el tamaño de dichas pymes es excesivamente reducido, ya que también se habla de que más de un 90 % son en realidad micro pymes, siendo su plantilla inferior a 10 trabajadores; existiendo un porcentaje elevadísimo de empresas con uno o dos trabajadores, únicamente.
Pero el verdadero trasfondo de lo que representan estas cifras es la falta de competitividad de las mismas ya que, al no contar con una masa crítica adecuada, los requerimientos que tiene toda unidad productiva, en estos casos, llegan a ser insalvables, debido a la escasez de los medios disponibles.
Sería objeto de un estudio sociológico completo analizar las causas que llevan a esta situación, si bien destacaríamos como las principales alguna de las siguientes:
- Aversión al riesgo y al autoempleo
- Escasa promoción y reconocimiento del emprendimiento
- Baja tendencia a la cooperación y al compromiso
- Complejidad legal y fiscal para la creación de empresas
- Apoyo insuficiente para el impulso, creación y acompañamiento de nuevas empresas
Todo lo anterior, crea un ecosistema de generación de proyectos y de creación de empresas, muy adverso para el correcto desarrollo del mismo.
Una pyme es una organización productiva, de bienes o servicios, la cual con independencia de su tamaño y complejidad requiere disponer de la totalidad de los recursos para el desempeño de su actividad.
De este modo toda empresa, sea grande o pequeña, necesita llevar a cabo gestiones de índole:
Comercial – Innovación – Producción – Distribución – Recursos Humanos – Económico Financiera, etc.
El hecho de que estén configurados todos ellos dentro de un organigrama, o dispongan de un mapa de procesos estará en función del tamaño y recursos disponibles en la empresa, así como de la importancia que se otorgue a la planificación y desarrollo organizacional interno; pero, en todos los casos, se requiere acometer tareas relacionadas con dichos apartados, propios de la gestión de un negocio.
Expuesto lo anterior, resulta obvio que una micro pyme tendrá grandes dificultades para poder alcanzar la productividad adecuada, a lo cual se unen factores como los continuos cambios en la composición de la plantilla, bajas por causas de salud o necesidades familiares y personales, etc.
Identificada la carencia, deberíamos pasar a proponer algún tipo de solución a la misma.
Desde OHR, vemos dos posibles caminos para poder iniciar la senda de proyectos empresariales que logren obtener una mayor productividad, en base a su masa crítica y al tipo de gestión empleada:
- Creación de empresas/grupos empresariales a partir de micro pymes ya existentes, cuya actividad fuera la misma y/o complementaria.
- Utilización de soluciones actualmente disponibles, generalmente apoyadas en las nuevas tecnologías, que permitan la producción de bienes, o prestación de servicios, conectados en red.
Cada uno de los dos escenarios expuestos tiene sus características consustanciales y sus propias necesidades y, por tanto, requieren de su propio planteamiento, lo cual iremos exponiendo en próximos artículos que iremos elaborando desde OHR Consultoría.
Óscar Hortigüela